lunes, 6 de agosto de 2012

El Videodromo

The Quiet Earth de Geoff Murphy


Notable obra neozelandesa de ciencia ficción apocalíptica que se podría definir casi como un cruce de Soy leyenda y Primer, no en el sentido estricto, pero sí en el concepto global.

La primera media hora creo que está excelentemente desarrollado el aislamiento y soledad del protagonista, alcanzando cotas no vistas en otras obras tanto de paranoia como locura. Desgraciadamente, la trama evoluciona hacia parámetros menos interesantes y dando excesivas respuestas explicativas hasta su tramo final, que vuelve a crecer hasta terminar con el clásico plano impactante del cual sacar varias teorías.

A destacar, a pesar del escaso presupuesto (1 millón de dólares), el diseño de producción y el buen uso de los escenarios y la música para crear un suspense de calidad. Lo peor, el poco nivel de los actores, que a pesar de que no afecta en exceso si se echa en falta mejores interpretaciones y carisma. El primer plano del film, por cierto, recuerda mucho a Danny Boyle.

Una obra muy estimable, recomendable y con un primer tramo excelente. Decir que Geoff Murphy ha hecho películas posteriores como Freejack (sin identidad) o Young Guns 2 (la de Kiefer Sutherland) y como director de segunda unidad en el Señor de los anillos de Peter Jackson.


Harlequin de Simon Wincer


Interesante thriller fantástico donde un misterioso mago se adentra en la vida de la familia de un político para salvar la leucemia del hijo y para algo más...

Película que continúa el sendero de la fantasía australiana iniciada con La última ola, aunque en esta ocasión con un tono más desenfadado y menos onírico aunque manteniendo una ligera complejidad narrativa. Visualmente es algo pobre, pero se sustenta gracias a la arrebatadora personalidad del protagonista encarnado por un solvente Robert Powell (el Jesús de Nazareth de Zeffirelli).

La obra guarda en cierto modo relación con la historia de Rasputín y la influencia que ejercía sobre el zar ruso Nicolás II, todo esto llevado a un entorno político moderno. Como ya digo, es interesante y con un tono de misterio que engancha a pesar de cierta vulgaridad en los planos y algún efecto casposo.
La carrera posterior del director poco o nada se acerca a lo mostrado en este film, quedando como un trabajo aislado.

El grito de Jerzy Skolimowski


El thriller terrorífico como punto de unión del cine de arte y ensayo, una película sórdida y diferente, repleta de esoterismo y una excelente puesta en escena, con un Alan Bates impresionante, lleno de carisma y maldad.

Aunque he nombrado el thriller de terror como punto de identificación de la obra, es una película difícil de catalogar de primeras; el punto de esoterismo la une mucho con Weir y el psiquiátrico donde se inicia la trama con Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco aunque la conexión sea muy sibilina.

Acompañando a Alan Bates encontramos actores británicos de gran calidad como John Hurt, Jim Broadbent, Tim Curry y Susannah York. Los diálogos están acorde a la extrañeza del relato, muy cortantes y espesos a su vez pero con planos largos de gran belleza destacando obviamente el momento del ''grito''.

Junto a Deep End y Le Départ, de lo mejor de la carrera del director polaco.